NO SOLO SE TRATA DE ESCUCHAR

Las personas son contratadas por sus antecedentes, pero fracasan por fallas de liderazgo, comunicación y relaciones humanas.

La conectividad es el resultado de la dinámica de relaciones. Y está basada en la competencia del escuchar.

Afirmamos que la conectividad es el resultado de la competencia de un escuchar altamente efectivo. Así las cosas estamos en el dominio de la acción y en condiciones de aprender y transformar para lograr un liderazgo de alto impacto en personas y equipos.

No solo es crítico escuchar, también es clave la capacidad del orador en lo que transmite.

Al escuchar somos co-responsables oyente y orador. Si el oyente sabe escuchar de manera efectiva, ello le permitirá aumentar su conectividad con los demás, comprender mejor al otro y permitir que éste último pueda transformarlo con lo que le dice y llevarlo a pensar y a actuar en forma diferente.

El orador puede con su hablar generar la escucha de la que el orador inicialmente carece. Para desarrollar el escuchar y, por ende, la conectividad, cabe desarrollar las competencias en la manera como nos hablamos.

Tenemos que adiestrar al equipo en la competencia del escuchar efectivo. Cada integrante del equipo debe incrementar su capacidad para comprender y ser transformado por el decir y el hacer de los demás.

El aprendizaje requiere entrenar simultáneamente en el desarrollo de otras competencias genéricas claves asociadas con las formas de hablar que logran expandir la escucha de los demás.

Con un buen entrenamiento lograremos expandir la conectividad en la dinámica de relaciones del equipo y se lograrán en consecuencia mejores resultados del desempeño colectivo.

Y saber que el compromiso y entusiasmo en las conversaciones generan un estado de optimismo que expande la dinámica y conectividad de los equipos que conducen los negocios.