Los jóvenes nacidos a fines de los años 80 en adelante piensan y ven al mundo de manera muy diferente, y una de sus características es que buscan trabajos con horarios flexibles y desde casa.
Al mismo tiempo las empresas siguen buscando permanentemente la eficiencia y la eficacia, evaluando su organización horizontal y vertical para calibrar el tamaño a las necesidades del mercado.
Da Vinci nos decía que la simplicidad es la máxima sofisticación. De esto se trata, de hacer lo difícil en simple, ágil, ligero.
El momento actual cruza las necesidades de las organizaciones con la cultura de las nuevas generaciones.
Es el momento de las estructuras de redes, con nuevos códigos de vestimenta, sin oficinas majestuosas, y al mismo tiempo con personas igual o más comprometidas con la empresa y con el equipo de trabajo.
Estamos convencidos que hay que revisar la organización, los procesos, las políticas, la cultura, los espacios y lugares de trabajo, y buscar las funciones que se puedan tercerizar parcial o totalmente. Vale para los servicios y también para la industria, y no habrá dos casos iguales.
No es cuestión solo de dinero y ahorros, es actualizar nuestra manera de hacer las cosas competitivamente sin renunciar a la misión y propósito del negocio.
El mundo del trabajo está cambiando a la velocidad del mundo digital, de las redes, de las nuevas tecnologías. Plataformas de free lancers, trabajo a distancia física y horaria, equipos por proyecto, y estilo de liderazgo adaptado a esta nueva realidad.
Menos supervisión y mas liderazgo, mayor horizontalidad, cercanía aún en la distancia.
Bienvenidos al nuevo mundo que seguramente nos traerá un futuro mejor!